Sucede a veces que los planes y las situaciones no resultan como se les espera. Eso es normal, supongo. Pero entre mis pequeñas y despiadadas cualidades se encuentra la de arruinar todo aquello que me involucra, comenzando por los planes y las situaciones.
Y se vuelve un ritual tan agotador, triste y melancólico el fracasar sobre fracasos, escribir sobre borrones y remendar sobre la hora lo roto desde un principio, que el abandono y la inmolación no resultan, a veces, planes del todo descabellados.
¿Dónde mando una carta a la naturaleza para exigirle que, si bien mi cuerpo no produce suficiente serotonina, al menos tenga la capacidad de anabolizar Fluoxetina?
Y se vuelve un ritual tan agotador, triste y melancólico el fracasar sobre fracasos, escribir sobre borrones y remendar sobre la hora lo roto desde un principio, que el abandono y la inmolación no resultan, a veces, planes del todo descabellados.
¿Dónde mando una carta a la naturaleza para exigirle que, si bien mi cuerpo no produce suficiente serotonina, al menos tenga la capacidad de anabolizar Fluoxetina?
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